Andrés Martínez Bastida: «Las nuevas técnicas genómicas podrían revolucionar el sector agrario»

El ingeniero agrónomo Andrés Martínez Bastida, que en 2016 fue elegido por primera vez decano del Colegio oficial de Ingenieros Agrónomos de la Región, alcanzó en febrero de 2023, hace ahora algo más de dos años, el puesto de director del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), el brazo científico de la Comunidad Autónoma en el sector.

–¿Cómo le está resultando la experiencia de dirigir una entidad tan clave para el avance agrario de la Región?

–El Imida es un centro con un potencial humano, científico y técnico extraordinario, y liderar este equipo me está resultando una experiencia muy intensa y gratificante. La responsabilidad es grande, pero poder ver cómo la investigación aplicada produce un impacto real en sectores estratégicos como la agricultura, la ganadería y la acuicultura, es muy satisfactorio.

–¿Cuáles son los proyectos estrella que están desarrollando?

–Es difícil destacar entre más de cien proyectos de investigación y 22 equipos, pero si tuviera que resaltar algunos, me centraría en los tres grandes proyectos Feder [siglas de fondo Europeo de Desarrollo Regional]. Estas iniciativas cuentan con una aportación del Gobierno regional del 40%, hasta sumar un total de 13.750.000 euros para el periodo 2023-2027. Se basan en la adaptación y mitigación del cambio climático, la producción sostenible y, especialmente, en la mejora genética. Este último es estratégico para el Gobierno regional y ha captado un especial interés y seguimiento por parte de la Comisión Europea. En este contexto, el debate abierto en la Comisión sobre las nuevas técnicas genómicas se presenta como clave para esta mejora. Son técnicas que de forma experimental estamos protocolizando, ya que podrían revolucionar el sector agrario.

–¿Se encuentra la investigación agraria regional tan avanzada como se suele decir (se compara con la de países punteros como Países Bajos e Israel) o estamos exagerando un poco?

–Sinceramente, creo que es una realidad y debemos de estar orgullosos de ello. La Región de Murcia, pese a sus limitaciones hídricas y territoriales, ha sabido posicionarse como una referencia internacional en el uso y la reutilización de recursos hídricos y en la innovación agroalimentaria, con una gran capacidad de adaptación al medio. Para ello ha sido fundamental la apuesta del Gobierno regional con el apoyo del sector para poder llegar a los hitos alcanzados.

–¿Qué nos hace falta para ser mejores en este ámbito?

–Necesitamos estabilidad en la financiación a medio y largo plazo, tanto en investigación como en modernización de infraestructuras. La Comisión Europea, en su visión para la agricultura y la alimentación, deja claro que uno de los pilares del futuro es la investigación como elemento clave para poder conseguir un sector agrario competitivo y resiliente que lo haga atractivo a los jóvenes, mediante ingresos justos y ayudas públicas mejor adaptadas a las necesidades, que permitan facilitar la incorporación de nuevas generaciones al ámbito agrícola mediante la supresión de obstáculos estructurales y económicos. Es esencial reforzar la conexión entre ciencia y empresa, fomentando espacios donde investigadores y agricultores desarrollen soluciones conjuntas desde el principio. Este es el modelo que seguimos en el Imida. La investigación aplicada se ha consolidado como un elemento esencial en la consecución de nuestros objetivos.

–¿Cree que aún no están las empresas agrarias de la Región suficientemente concienciadas con la necesidad de la investigación en esta área?

–Cada vez son más las voces dentro del sector que comprenden que la innovación no es opcional, sino esencial para garantizar el futuro. El verdadero desafío es cambiar la percepción de la investigación y dejar de verla como un gasto y empezar a entenderla como una inversión estratégica a medio plazo. Este es un reto que considero que estamos llevando a cabo desde el Imida. Así lo prueba que cuando las empresas del sector agrario ven resultados tangibles, que les ayudan a mejorar o les ofrecen soluciones a sus problemas, su compromiso con la investigación se fortalece de forma muy notable.

–¿Cómo podrían aprovechar mejor las empresas del sector los avances científicos que se realizan en los centros de investigación de la Región?

–La labor investigadora, en términos generales, constituye un proceso extenso y exigente, en el que los avances no siempre se trasladan con la celeridad o el alcance deseado. Con el objetivo de facilitar la transferencia de conocimientos y líneas de trabajo, desde el Imida se organizan de forma continua jornadas específicas de divulgación científica. Estas actividades permiten ofrecer asesoramiento técnico directo (como se realizó en el caso de la avispilla del almendro) o bien dar visibilidad a las distintas líneas de investigación en encuentros dirigidos a organizaciones de productores. Para maximizar el impacto de estos avances, resulta evidente que la participación temprana del sector en los proyectos de investigación, colaborando en la identificación precisa de los desafíos a abordar, permitiría generar resultados científicos mucho más pertinentes y ajustados a las demandas reales del mercado.

–Las nuevas políticas comerciales que se impulsan desde EE UU parecen ir en contra de las que se plantean en Europa, más preocupadas por conceptos como la sostenibilidad. ¿Supone un problema o una oportunidad para el viejo continente?

–Las tensiones que se puedan generar a corto plazo por las diferencias con EE UU considero que las podemos transformar en una oportunidad a medio-largo plazo para la Unión Europea. La UE debe de hacer valer un modelo agrícola más sostenible, seguro y saludable, con productos diferenciados de alto valor añadido, liderando así el sector de la alimentación. Aunque para eso es clave saber comunicar y defender bien este modelo, manteniendo la coherencia regulatoria que es sin duda la clave del éxito.

–¿Qué le gustaría destacar?

–Me gustaría reconocer el valor estratégico de centros de investigación como el Imida. Resultan imprescindibles. Constituyen pilares fundamentales del progreso científico y tecnológico. Desde el Imida se generan soluciones basadas en el conocimiento, se impulsa la innovación y se respaldan decisiones estratégicas fundamentadas en la evidencia. Asimismo, dese estos centros se permite anticipar escenarios que ayudan al sector agrario a mitigar impactos adversos. Su actividad fortalece la competitividad del sector agrario y fomenta la colaboración entre la ciencia y el sector, lo que contribuye de manera decisiva al desarrollo sostenible.

• Temas
• Investigación
• Agricultura
• Alimentación
• Región de Murcia